el encuentro con tus ojos, descubriéndonos el dolor en ellos...
hace que vuelva la pregunta..¿merece la pena, despojarnos de este sueño?
Lágrimas de deseo contenido, resbalan por mi rostro, al leer sus últimas palabras..
Día tras día, luchando contra este anhelo, hace que mi alma se agote,
las fuerzas me flaquean, me veo librando una batalla,
en la que ni tú ni yo queremos estar.
Leo y releo cada una de sus misivas, rememoro cada beso, cada caricia,
sus ojos diciéndome lo que es incapaz de expresar con palabras.
Víctor, hay noches en las que es tú aliento el que me despierta, en las que soy capaz de escuchar tus latidos y eso querido, me da paz,
sé, que en ese instante, tú, vuelves a mi lado.

Pasan los días y me aferro cómo al aire que me falta, a la llave que cuelga de mi cuello.
He escrito letras, que han acabado consumiendo el fuego.
He ideado caminos, para alejarme de sus brazos y sólo consigo, añorarlos, en la soledad de mis sábanas.
Sí, recuerdo el color del cielo, reflejado en su piel, a él miro cada noche, esperando su llegada, antes de la siguiente luna.
Vuelven los días marcados en el alma, el rubor a las mejillas, el ardor en mis entrañas ante la cercanía de su cuerpo.
Aquí le espero Víctor, con todos los sentidos volcados en su llegada.
Suya en cada sueño en cada realidad, Inés
La pasión se abre camino. Como si no hubiera un mañana.
ResponderEliminarUn saludo
Una espera, un deseo, un sueño...
ResponderEliminarDelicioso Inés.